Bebés – Labio leporino y paladar hendido

Durante el embarazo siempre tenemos el temor por no saber en que condiciones nacerá nuestro bebé, si será completamente sano, si no tendrá alguna malformación, aunque el amor sea el mismo o quizá mas  fuerte al descubrir que tiene alguna malformación, el labio leporino y paladar hendido sé da más frecuentemente de lo que suponemos ya que afecta a uno de cada 700 recién nacidos.

altDe todos los males congénitos que afectan el rostro del recién nacido, el labio leporino es quizás el que mayor impacto genera debido a las secuelas en la fisonomía como en la salud física y mental de quien lo padece.

Paladar hendido

El paladar hendido se presenta cuando el paladar no se cierra completamente sino que deja una abertura que se extiende hasta la cavidad nasal. La hendidura puede afectar a cualquier lado del paladar. Puede extenderse desde la parte anterior de la boca (paladar duro) hasta la garganta (paladar blando). A menudo la hendidura también incluye el labio. El paladar hendido no es tan perceptible como el labio leporino porque está dentro de la boca. Puede ser la única anomalía que presenta el niño o puede estar asociado con el labio leporino u otros síndromes. En muchos casos, otros miembros de la familia han tenido también el paladar hendido al nacer.

Labio leporino

El labio leporino es un defecto congénito de las estructuras que forman la boca en la que el labio no se forma completamente durante el desarrollo fetal. El grado del labio leporino puede variar enormemente, desde leve (muesca del labio) hasta severo (gran abertura desde el labio hasta la nariz). Para los padres puede resultar estresante acostumbrarse a la obvia anomalía de la cara, ya que puede ser muy evidente.

La boca del feto se forma durante los primeros tres meses del embarazo. Durante este tiempo, las partes del paladar superior y el labio superior normalmente se unen. Cuando esta unión no ocurre, el niño tiene un labio leporino y/o un paladar hendido.

Se da sobre todo en familias con un historial de esta anormalidad en un padre, en otro niño o un pariente inmediato. Pero también puede ocurrir en familias sin los antecedentes ya mencionados.

Se cree que hay algunos factores en el ambiente que reaccionan con ciertos genes específicos e interfieren con el proceso normal del cierre del paladar y el desarrollo del labio: algunos fármacos, drogas, productos químicos, plomo, deficiencias de vitaminas

Pronostico

El niño con labio leporino y/o paladar hendido se puede tener  la seguridad de que llegará a hablar, a actuar y a tener un aspecto como todos los demás niños. Aunque el tratamiento lleva unos cuantos años, vale la pena la espera si se considera el beneficio que puede alcanzarse.

Tratamiento

El tratamiento suele ser una operación para cerrar el labio y el paladar. Con frecuencia, los médicos realizan esta cirugía en varias etapas. Por lo general, la primera operación se efectúa durante el primer año del niño.

La hendidura puede corregirse juntando los tejidos que debieron fusionarse antes del nacimiento. Antes de que la anormalidad es corregida con cirugía, una prótesis, o un paladar artificial, puede usarse para rellenar el espacio abierto en un paladar hendido, con el objeto de que su bebé pueda lactar y hacer los sonidos que son el comienzo del habla.