Mi hija ocasionalmente se pone en huelga de besos y abrazos, tiene cuatro años. Puede darle abrazos o besos a sus padres, pero a muchas personas que conoce no, al menos ahora. Y no voy a obligarla. “Me gustaría que abrazaras a la abuela, pero no voy a obligarte”, le dije recientemente.“¿No tengo que hacerlo?”, preguntó confirmando los hechos para estar segura.