La capital mexicana permitía la unión civil entre homosexuales desde 2006, cuando se aprobó la Ley de Sociedad de Convivencia, que le dio un marco legal a las parejas que viven bajo el mismo techo, aunque con ciertas restricciones en comparación a los matrimonios heterosexuales. Pero se aprueba la iniciativa de ley para constituir el matrimonio homosexual.