Cada estancia de la casa requiere una iluminación concreta según las tareas que en ella se realicen. En los dormitorios de niños, lo mejor es una iluminación general desde el centro de la habitación para que todo esté iluminado, debe ser capaz de iluminar adecuadamente el suelo, y las paredes, a fin de no dejar ningún rincón oscuro. Esta iluminación general se puede lograr con una lámpara de techo central o con una plataforma con tres o cuatro focos orientados. Los focos de las paredes orientados al techo pueden proporcionar también una iluminación general difusa.