La llegada de la menopausia

Cuando las mujeres llegan a cierta edad aproximandose a la menopausia es normal que comiencen a preocuparse por los cambios que de forma totalmente inevitable se presentarán en su cuerpo.

A medida que se acerca la menopausia la incertidumbre se hace más grande, y como en cada cuerpo suceden cosas distintas, las experiencias de amigas o familiares no garantizan que su proceso vaya a transcurrir de la misma forma.

Igual que el inicio del ciclo reproductivo, la menopausia en la vida de una mujer es una etapa normal que marca el final de los periodos menstruales. En este momento no sólo se termina la posibilidad de tener una gestación, además se presentan una serie de cambios que para algunas resultan complejos de asumir.

La menopausia no tiene un comienzo y un fin establecido, lo más común es que ésta se presenta en las mujeres que superan los 40 años de edad. Incluso hay quienes viven un periodo previo al que se le conoce como premenopausia y que normalmente conlleva los mismos síntomas que esta última, excepto por la pérdida de los periodos menstruales.

La sintomatología más común en ambas etapas, conocidas de manera general como climaterio, son los bochornos, mareos, disminución del apetito sexual, alteraciones en el estado de ánimo, palpitaciones, insomnio, pérdida ósea, incertidumbre por los cambios y ciclos menstruales irregulares que poco a poco comienzan a disminuir hasta que desaparecen por completo. Una vez que transcurre todo un año después de que una mujer presentó su último ciclo menstrual, se define que la menopausia llegó a su fin.

¿A qué edad llegará la menopausia?

Si bien la edad promedio es de 48 años, los estudios médicos han detectado cierta diferencia en el rango de edades según razas y hábitos dañinos, como el tabaquismo. Por ejemplo, las mujeres africanas tienden a entrar en el climaterio antes (cerca de tres años) que las mujeres caucásicas; lo mismo pasa con aquellas que fuman y que además no se alimentan sanamente.

El fin de la vida reproductiva, señalado por la menopausia, se asocia a una disminución de las hormonas reproductoras, particularmente la de la hormona “femenina”, el estrógeno. Debido a que esta es una disminución y no un fin repentino, la mayoría de las mujeres pueden detectar cómo los ciclos menstruales se vuelven cada vez más escasos e irregulares, ésta es normalmente una de las primeras señales de que se acerca la menopausia, o la última menstruación. Desde estos síntomas iniciales una mujer puede concluir que atraviesa por el climaterio.

Sin embargo, a medida que los niveles hormonales declinan, algunas mujeres pueden presentar todos los síntomas mencionados, otras sólo algunos cuantos y la minoría que corre con mayor suerte, sólo se percata del proceso por la pérdida de la menstruación.

Cuidados y terapias

La selección de la terapia hormonal de reemplazo más apropiada depende de las necesidades individuales de cada mujer y de la etapa del climaterio, es por esta razón que una vez detectado este periodo se debe acudir con especialista que evalúe el estilo de vida, la sintomatología y la edad de la paciente. De este modo se procederá a un tratamiento adecuado que no provoque efectos secundarios y que de paso a un estado, físico y emocional, óptimo.

En primer lugar, en la premenopausia, las principales razones de por qué las pacientes van a consultar a sus médicos es evitar la presencia de los síntomas y restablecer el sangrado menstrual regular.

Durante todo el climaterio (premenopausia y menopausia), las mujeres pueden beneficiarse con la terapia hormonal estrogénica, ya sea oral o transdérmica, que reduce los síntomas climatéricos significativamente y ayuda a disminuir la pérdida ósea, de manera que también se previenen problemas como la osteopenia y la osteoporosis, padecimientos que muchas mujeres presentan después de la menopausia.

Alimentación y ejercicio

En general, y a lo largo de todo el climaterio, se recomienda que la mujer realice ejercicio aeróbico cotidiano como caminatas, natación, bicicleta o cualquier otra actividad similar; sin embargo, es importante evitar el ejercicio extenuante que lesione las articulaciones.

En cuanto a la dieta, los cambios en los hábitos nutrimentales se deben enfocar en equilibrar las porciones de los diferentes grupos de alimentos cotidianos. Deben preferirse los carbohidratos complejos acompañados de mayores cantidades de fibra natural, ya que esta combinación regula los lípidos y favorece el tránsito intestinal; también son recomendables las proteínas bajas en grasas saturadas. En los alimentos limitados aparecen las frutas que deberán consumirse con moderación y de preferencia con bagazo o cáscara, asimismo se recomienda disminuir la ingesta de sal ya que ésta favorece la pérdida de calcio y la presencia de hipertensión arterial. Y por último, con la finalidad de incrementar la ingestión natural de calcio y reducir el colesterol, son recomendables las nueces y almendras. Como en cualquier etapa, se aconseja beber dos litros de agua al día.

Todo esto logrará disminuir los síntomas y hará más llevadero el paso por esta etapa donde el cuerpo cambia y las emociones se alteran.

PARA SABER

El climaterio empieza entre los 35 años y 65 años

En México, 15.5% de mujeres se encuentran en esta etapa.

Siete millones de mujeres mexicanas están en la posmenopausia y, algunas de ellas aún presentan síntomas o consecuencias: 80% padece bochornos, 57% osteopenia y 16% osteoporosis