Riesgos y cuidados de las uñas postizas

Las uñas sintéticas ayudar a lucir manos pulcras y femeninas en todo momento, y se pueden adquirir en amplia variedad de materiales que dan aspecto natural. Para que su uso no sea contraproducente, deben llevarse a cabo una serie de cuidados especiales que eviten problemas tanto estéticos como de higiene.

Muchas mujeres opinan que las uñas postizas tienen más beneficios que desventajas, y que los nuevos productos logran un aspecto tan natural que difícilmente renunciarán a su uso. En efecto, los nuevos materiales empleados en su fabricación las vuelven cómodas y seguras, además de que se pueden limar, cambiar de color a diario, se mantienen en el tamaño que se quiere y no hay problema de que se astillen o quiebren, ya que se reparan con facilidad.

Sin embargo, cabe señalar que su mal uso puede tener consecuencias desastrosas que obligarían a esconder las manos en vez de presumirlas. En efecto, la salud de las uñas naturales puede verse afectada debido al uso de los adhesivos empleados para fijar a las postizas, o también debido a limpieza deficiente que favorezca el crecimiento de hongos, difíciles de erradicar si el problema se encuentra en fase avanzada.

Vamos entonces, paso a paso, a conocer las peculiaridades en el uso y cuidado de estos productos para realzar las cualidades estéticas.

Tipos
A grandes rasgos, las uñas postizas se dividen en dos tipos: prefabricadas y las que se moldean de acuerdo con las necesidades de cada mano. Entre las más conocidas de ambos grupos encontramos:
De gel. Son uñas de plástico que lucen naturales, aunque no en todos los casos, debido a que, como son prefabricadas, muchas veces no se ajustan al cien por ciento a la anatomía de la mano; también pueden ser demasiado curvas y no adherirse bien. Para colocarlas se utilizan capas de gel, luego se ponen a secar bajo una lámpara de luz negra, y para terminar se liman y pulen.

Lino o seda. Se forman a través de capas de tela superpuestas hasta dar la forma deseada, y se ajustan al limarlas y pulirlas. El inconveniente es que también interviene una uña de plástico como soporte, así que tienen la desventaja de que no siempre se adaptan de manera idónea.

Acrílico o porcelana. Son las más recomendables, ya que se elaboran con un molde para formar uñas idénticas a las de la persona, y para ajustar sólo se liman y pulen. Además, es posible definir la forma de la punta, sea un poco curveada hacia abajo (de “ave”) o arriba. Como son transparentes, es fácil ver el estado de la uña natural y también es posible cambiarles a diario el color del esmalte.

Acrílico de color. Su elaboración es idéntica a las anteriores, con la diferencia de que el material con que se fabrican es de color. Aunque nunca se despintarán, tienen el inconveniente de que no permiten verificar que la uña natural se encuentre en buen estado.

Mantenimiento y cuidados
En muy importante el control de las uñas sintéticas cada dos semanas en el salón de belleza, para que éstas luzcan como recién puestas, y cotidianamente merecen cuidados como los que se dan a las naturales: no morderlas, no usarlas como si fueran herramientas (“abrelatas” o “desarmadores”), ni tocarlas permanentemente, entre otras medidas.

Este esfuerzo vale la pena, ya que gracias a las atenciones se puede contar con manos pulcras, pero también dar una vida de hasta seis meses a las moldeadas con acrílico.

En caso de que una uña postiza se despegue, es importante limpiarla con alcohol, lo mismo que a la natural, antes de volver a pegarla. Siempre que haya dolor, cambios en la coloración o lesiones en la uña verdadera, debe retirarse la sintética y consultar a un médico.

Asimismo, algunos barnices, quitaesmaltes y pegamentos irritan la piel o provocan reacciones alérgicas; si esto ocurre debe suspenderse la aplicación y cubrir la piel que rodea a las uñas con jalea de petrolato. Se probarán entonces los productos etiquetados como no irritantes o hipoalergénicos, y si persisten los problemas se debe acudir a la brevedad al dermatólogo.

Recuerde que no debe empujarse la cutícula hacia atrás, ya que este hábito puede ser perjudicial debido a que este tejido sirve como barrera protectora. Mejor consulte a su especialista en belleza.

Problemas graves
La falta de un hábito de higiene adecuado y descuido al usar uñas sintéticas pueden generar problemas de salud en los dedos, de modo que siempre hay que vigilar el estado de esta zona corporal.

Hongos. Uno de los problemas más comunes que surgen con las uñas postizas es la aparición de hongos debido a la humedad, a los que se reconoce porque en un principio lucen como “moho” blanco y fino, que con el paso del tiempo puede adquirir coloración verdosa que se hace más profunda.

La coloración blanquecina es mucho más fácil de eliminar con medicamentos, ya que después resulta muy difícil anular a los hongos, e incluso la uña natural puede desprenderse. Por eso es muy importante recurrir al centro de estética personal cada 15 días no sólo para retocar a las uñas sintéticas, sino para controlar oportunamente cualquier problema de parásitos.

Alergias. Hay personas que son alérgicas a los productos que se utilizan para mejorar el aspecto de sus manos, por lo que es conveniente cerciorarse primero de que no se tendrán efectos contraproducentes. Esto se puede realizar aplicando muy pequeña cantidad del adhesivo, barniz o quitaesmalte que se piense utilizar y esperar unos minutos para conocer la reacción; nunca utilice un producto que le cause molestias.

Asimismo, siempre deberá vigilar el estado de sus cutículas, que de inflamarse y enrojecer manifestarán el rechazo del organismo. Dado que toda alergia es muy difícil de eliminar, se aconseja en estos casos suspender el uso de uñas postizas.

Siguiendo estos prácticos consejos y contando con la asesoría de un especialista los resultados serán deslumbrantes. Las manos también hablan de la personalidad de un individuo y son una herramienta para realizar nuestras labores, pero también pueden cautivar y convencer, por eso es tan importante cuidar su buen estado y salud.